El ejercicio físico produce cierto grado de inflamación, estrés oxidativo y daño muscular. Estos procesos son identificados como un desequilibrio al cual respondemos generando adaptaciones, pero si se prolonga en el tiempo puede dar lugar al síndrome de sobreentrenamiento. Este síndrome, que puede durar semanas o meses, disminuye el rendimiento y afecta a la salud y estado de ánimo del deportista. Por lo que una recuperación adecuada que equilibre el entrenamiento y el estrés es tan importante como el propio entrenamiento. La recuperación depende de la condición física, la experiencia y la nutrición, aunque existe un componente genético que puede aumentar la susceptibilidad de este síndrome.
