La estrategia clave utilizada en todos los planes de pérdida de peso es realizar un balance energético negativo. Esto se puede conseguir por varias vías, una de las más importantes es la restricción energética proveniente de alimentos. Para ello se suele restringir uno o dos de los 3 macronutrientes de nuestra alimentación. Los carbohidratos pueden ser uno de los candidatos a ser restringidos para obtener esta pérdida de peso, pero la intensidad de esta es dependiente de ciertas variantes genéticas capaces de regular el metabolismo de estos carbohidratos favoreciendo o dificultando la pérdida de peso.
